¿Qué son las habilidades sociales?
Las habilidades sociales son la capacidad que tenemos para desarrollarnos en situaciones familiares y sociales. A lo largo del día y de nuestra vida nos relacionamos constantemente con otras personas (por ejemplo, familia, compañeros de trabajo, de estudios, o amigos). Ser capaces de desarrollar buenas relaciones con otra gente es importante por nuestro bienestar y nuestra adaptación social. Al fin y al cabo, somos animales sociales, y dependemos en gran medida los unos de los otros para apoyarnos y cooperar.
¿Se nace con ellas?
Las habilidades sociales se aprenden, no se nace con ellas. Se adquieren a lo largo de nuestro aprendizaje con la familia o en la escuela pero existen otros contextos donde se puede aprender estas habilidades.
¿Por qué son importantes?
Las habilidades sociales nos permiten desarrollar buenas relaciones con otra gente que pueden ser mutuamente beneficiosas (nos permite crear confianza, pedir ayuda, o cooperar cuando es necesario). Esto tendrá un impacto positivo en casa o en el trabajo, por ejemplo. Por otra parte, el déficit en habilidades sociales puede conllevar problemas en nuestra vida cotidiana y ser fuente también de problemas de pareja. A veces, puede ser difícil darse cuenta que debemos mejorar nuestras habilidades sociales porque asumimos que la manera como uno interactúa con los demás no puede cambiarse. Esto no es verdad. Es útil examinar nuestras relaciones con otros y cómo pueden mejorarse.
Ejemplos
Saber relacionarse con la gente que conocemos y las personas que acabamos de conocer. Saber iniciar, mantener y finalizar conversaciones, pedir información, aceptar un no por respuesta, hacer y saber recibir críticas, expresar sentimientos y comentarios positivos, saber recibir comentarios positivos y sentimientos, abordar conflictos, mantener la calma, ser agradable, sentirse seguro, cercano y también defender nuestros derechos cuando es necesario, y adaptarse al rol que tienes en ese momento, o al lugar, o a la persona o a las expectativas que uno tiene.
- Habilidades de comunicación: esto incluye la capacidad de hablar claramente, escuchar activamente y usar el lenguaje corporal y las expresiones faciales apropiadas.
- Empatía: La capacidad de comprender y compartir los sentimientos de los demás.
- Resolución de conflictos: La capacidad de negociar y resolver conflictos de forma constructiva y pacífica.
- Habilidades de liderazgo: La capacidad de dirigir y motivar a un grupo de personas hacia un objetivo común.
- Habilidades interpersonales: La capacidad de construir y mantener relaciones positivas con los demás.
¿Qué es la asertividad?
La asertividad es una forma de comunicación que valora los derechos o puntos de vista de los demás sin ser agresivo, ni para permitir sumisamente que otro ignore o niegue tus propios derechos o puntos de vista. Por lo tanto es la capacidad de una persona a ser respetuoso con nosotros mismos y con los demás. Una persona con falta de asertividad puede ser agresiva o inhibida. Una persona agresiva no respetará a las personas de su alrededor haciendo críticas todo el tiempo, sino que culpan a los demás o te amenazan. Mientras que una inhibida no sabrá afrontar un problema por no saber decir que no, y se dejará dominar e influir por los demás.
Ser asertivo es una habilidad importante porque puede ayudarte a construir y mantener relaciones saludables, establecer límites y defenderte a sí mismo y tus necesidades. También puede ayudarte a sentirte más seguro y en control de tu vida. Por otro lado, ser demasiado agresivo o demasiado pasivo puede generar malentendidos, conflictos y relaciones poco saludables.
¿Qué se considera una buena asertividad?
Una persona es asertiva cuando se respeta a sí misma y a los demás de una forma proporcionada y razonable que se traduce en tener una buena autoestima, tener criterio e ideas propias, conocer y defender sus opiniones, así como conocer y defender sus derechos, deseos y sentimientos.
Estos son algunos beneficios específicos de ser asertivo:
- Comunicación mejorada: la asertividad puede ayudarte a comunicar tus pensamientos, sentimientos y necesidades de manera efectiva, lo que puede conducir a una mejor comprensión e interacciones más positivas con los demás.
- Relaciones más sólidas: la asertividad puede ayudarte a construir y mantener relaciones saludables al permitirte expresar tus necesidades y límites de manera clara y respetuosa. También puede ayudarte a resolver conflictos de manera constructiva.
- Mayor autoestima: ser asertivo puede ayudarte a sentirte más seguro y en control de tu vida, lo que puede conducir a una mayor autoestima.
- Mejor toma de decisiones: la asertividad puede ayudarte a tomar decisiones que sean fieles a tus propios valores y creencias, en lugar de sentirte presionado para estar de acuerdo con los demás.
- Mayor realización personal: La asertividad puede ayudarte a vivir una vida fiel a ti mismo y que te permita perseguir tus propios objetivos e intereses.
En general, ser asertivo es una habilidad importante porque te permite expresarte de manera efectiva y defenderse a ti mismo y tus necesidades de una manera respetuosa con los demás. Puede conducir a relaciones más sanas y satisfactorias y a una mayor sensación de realización personal.